Una empresa que no se promocione está destinada al fracaso o peor aún, al olvido. Es como aquel proverbio antiguo que dice “si tú mismo no te quieres, menos lo harán los demás”. Así pues, organiza eventos y no escatimes es contratar lo que sea necesario para realzar tu imagen corporativa y dar una excelente impresión. Desde contratar una agencia adecuada que tenga camareros bien preparados, hasta invertir en material publicitario.
Considéralo un momento crucial, como quien tiene la posibilidad de volver a la vida pero primero debe pasar por una prueba, por supuesto, tendrá que dar lo mejor de sí para aprobar. Hay que invertir para ganar y de eso saben muy bien los empresarios, pero no se trata únicamente de calidad, de procesos, de control, lo que también es determinante, nadie lo niega, pero en este mundo competitivo hay que resaltar entre una gran muchedumbre.
No te conformes con ser uno más del montón
Lo primero que debes convencerte es que tu negocio es extraordinario, que merecen progresar y alcanzar una posición exitosa. Esto no significa ser prepotente, desde el momento en que iniciaste los trámites para alzar un negocio se supone que soñabas con triunfar, entonces vuelve una y otra vez a encontrarte con esas ilusiones, que no tienen por qué quedarse en un anhelo, con tesón se pueden hacer realidad.
Para llegar a ese nivel de confianza, claro está, que la parte operativa debe funcionar correctamente, aunque los números no sean muy favorables. Lo que concierne es que estés conforme con el trabajo, que la calidad de tus productos o servicios sean los adecuados, pues de nada te servirá llamar la atención, si al contratarte los clientes se decepcionen.
Entonces, ordena todo internamente, logra que tu personal se sienta a gusto, que tengan sentido de pertenencia, hazles sentir que su labor es importante y valorada. Elimina cualquier individuo negativo del equipo, no necesitas detractores sino la mejor actitud para hacer avanzar el proyecto.
Una vez superadas las dificultades internas, no temas en mostrarse ante los demás, alardea de lo que tienes, hazte el fanático número uno de tu empresa, y que los principales del club de fans sean tus propios empleados.
Realiza eventos, lo que no se exhibe no se vende, hay que publicarlo, que llegue a todos los rincones. Pero no hagas actividades mediocres que luego te relacionen con una imagen deprimente. Es por ello, que debes contratar agencias de festejos, con personal que atienda a los asistentes de manera impresionante.
Por supuesto, no olvides repartir material para promocionarte, las empresas que diseñan y elaboran textil publicitario te pueden ayudar en esta tarea, que queden prolijas. También pueden ser otros objetos útiles, lo que cuenta es que lleven por doquier tu marca, tu mensaje y tus datos.
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