Toledo guarda dentro de sus murallas cien monumentos que son testimonio de su formidable pasado. Esta montaña de piedras históricas que es Toledo está compuesta de termas, mezquitas, sinagogas, palacios… Todo ello sobre un cerro granítico, con el Tajo como profundo foso. Hay mucho que ver en esta ciudad. Los que siguen son sólo algunos de sus alicientes fundamentales.
La catedral
Es un majestuoso edificio construido entre 1227 y 1493 sobre una mezquita que, a su vez, ocupaba el lugar de un templo atribuido a Recaredo. Su interior, con cinco naves y 29 capillas, es un museo religioso lleno de tesoros. Destacan el coro y las capillas Mayor y del Sagrario. La sacristía, pintada al fresco por Luca Giordano, fue posteriormente enriquecida con El Expolio y otras 17 obras del Greco, así como con cuadros de Van Eyck, Tiziano, Veláquez, Goya y otros. Más de 750 vidrieras de los siglos XV y XVI iluminan este magno templo.
El Greco
En la iglesia de Santo Tomé encontramos El entierro del señor de Orgaz. Por suerte, el lienzo es grande: 4,80 x 3,60 metros, ya que son decenas de personas las que lo contemplan cada minuto. Unas calles más abajo, se halla el Museo del Greco. Renovado entre 2006 y 2011, ya no es más la Casa-museo del Greco, pues nunca fue vivienda del pintor. Ahora es un museo de corte moderno, que enseña bajo una nueva luz las viejas estancias y las obras del Greco y de otros artistas manieristas y barrocos.
El Alcázar
Está en la zona más alta de la ciudad y su mole rectangular se ve desde todas partes. El Alcázar estaba proyectado para ser residencia real, pero nunca lo fue. Sin embargo, aún hoy preside orgulloso la colina más alta de la ciudad. La fortaleza romana, visigoda, árabe y cristiana que Carlos I y Felipe II transformaron en un palacio renacentista ha sufrido tres arrasadores incendios y un asedio. Hoy alberga el Museo del Ejército.
Mirador del Valle
La Ronda del Valle ofrece las mejores vistas de Toledo. Lo mejor es localizar, con la ayuda de un mapa, edificios emblemáticos de Toledo como la Catedral Primada, el Museo de Santa Cruz, la iglesia de los Jesuitas, la iglesia de San Román, las murallas o el monasterio de San Juan de los Reyes. La mejor panorámica sobre Toledo tal vez se disfruta desde la balconada-mirador de la ermita de la Virgen del Valle, del siglo XVII.
Sinagoga del Tránsito
La Sinagoga de Samuel Leví o del Tránsito es la sede del excepcional Museo Sefardí de Toledo. Fue levantada en el reinado de Pedro I, entre 1355 y 1357, por su tesorero, el poderoso Samuel Leví. Impresionante la sala de oración, cubierta con una armadura de par y nudillo de tradición mudéjar.
Santa María la Blanca
Tal vez el monumento más bello de la ciudad, con sus arcos de herradura (blancos y livianos como palomas) apoyados sobre 32 columnas octogonales, cada una con su capitel labrado de distinta manera.
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