El fallecimiento de una persona atrae emociones profundas que desequilibran a toda la familia. Sin embargo, hay situaciones que generan mucha preocupación en estos momentos tan delicados, como la repartición de los bienes que haya dejado ese ser querido. Desafortunadamente, este tema de las sucesiones causa conmoción en cualquier grupo familiar, por lo que no es exagerado contar con la ayuda de los abogados de herencias Madrid.
Uno de los consejos más importantes que dan los profesionales que se dedican a esta área es la realización de un testamento, por supuesto, antes de morir; o sino, hacer donaciones en vida para que tenga la oportunidad de ahorrar tiempo en trámites y pagos. Cuando existe un documento redactado y validado por un experto, la tranquilidad se hace presente entre los seres queridos que se convertirían por ley en herederos.
Por el contrario, no dejar claro ante los organismos cuáles son las últimas voluntades, implica el inicio de un proceso que puede resultar bastante engorroso y en el que las tensiones se apoderan del ambiente. Claro está que el Código Civil español plantea de forma transparente cuáles serían los pasos a seguir en estos casos, para que no haya injusticias, ni malos entendidos.
Ahora bien, los abogados de herencias en Madrid tienen la capacidad de asesorar no solo a quien quiere establecer las condiciones de un testamento, sino también a aquellas personas que van a heredar algún porcentaje. Hay que aclarar que aceptar una herencia pudiera ser algo bueno, como perjudicial -sobre todo- si las deudas o impuestos superan la fortuna que le corresponde.
En este sentido, la ley establece la posibilidad de renunciar a una herencia, que está establecida en el Artículo 461-1 del Código Civil de Comunidad de Madrid. En este apartado de la ley, habla sobre esta repudiación como un acto libre en el que se expresa la voluntad de abandono o dejación de lo que le corresponda.
Una de las características más resaltantes de este procedimiento es que la persona puede renunciar a una herencia, en un período máximo de 30 años del fallecimiento del causante. Sin embargo, es posible pedir al juez que establezca un plazo de dos meses para que se deje claro si acepta o no. Si pasa este tiempo y no da ninguna respuesta, se considera como una renuncia.
Para poder repudiar una herencia, es obligatorio acudir ante un notario para que su voluntad se manifieste abiertamente y quede por sentado. En este paso, no es válido ningún documento privado o renunciar de forma tácita.
Los trámites de aceptación o renuncia están estipulados con precisión en las leyes. Sin embargo, para darles la interpretación adecuada y no se escape ningún tipo de detalles es mejor pedir ayuda a un profesional.
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